domingo, 24 de agosto de 2014

Con tres manzanas y dos melocotones.

Habéis notado como los mosquitos ya no respetan horarios, antaño acostumbraban  atacar al atardecer o cuando dormías pero ahora te levantas de madrugada y mientras haces tus necesidades se aprovechan de tu vulnerabilidad y te das cuenta cuando te  levantas del trono que tienes un par de picadas nuevas que no te dejan volver a la cama. En serio soy la única persona del planeta  a quién pican los mosquitos a cualquier hora !!

Total ya despierta a las 7h00 de este soleado domingo que haces después de tomar el segundo café y acabar tus partidas de vigor del "Candy Crush" !? No sé vosotr@s pero yo no lo tuve claro hasta que el estomago me llamo y me acerque al frutero para comer la ultima ciruela. Junto a dicha ciruela tres manzanas, dos melocotones, ocho limones y una decena de mosquitas enanas voleteando me encendieron la bombilla, eso, las picadas de mosquito y los dos cafés. Dicho, hecho y sin ruido para no despertar a los gruñones me senté en la terraza con mis frutitas, una fuente y un cuchillo, las moscas enanas prefirieron quedarse juntas a los limones, ve tu a saber porque !!

Crumble de manzanas y melocotones.



Ingredientes :

- 3 manzanas.
- 2 melocotones.
- 60 grs de mantequilla fría.
- 40 grs de azúcar moreno.
- 40 grs de azúcar blanca.
- 60 grs de harina.
- 60 grs de almendra molida.
- Canela.
- Un sobre de azúcar vainilla.

Pelar y cortar las frutas a cuadritos y poner en una bandeja apta para el horno. Espolvorear con el azúcar vainilla. Precalentar el horno a 190ºc. y mientras tanto mezclar la harina, la almendra molida, los azúcares y la canela junto a la mantequilla fría cortada en trocitos al fin de obtener una masa arenosa. Dejarla en un bol pequeño y reservar una media hora en el congelador. Pasado ese tiempo sacar el crumble del congelador y colocar la masa sobre la fruta reservada. Hornear unos 25 minutos. Consumir tibio o frio.




jueves, 7 de agosto de 2014

Cake salado de calabacín, feta y ...

Es verdad que nos quejamos por vicio y nunca llueve a gusto de todos. Esta semana pasada vino mi primita francesa de visita buscando el sol de España y mientras el tiempo nos regalaba unas fantásticas lluvias estivales intentaba explicarle que por mucho que para ella estamos al sur de Francia, yo estoy en el norte de España. En casa todos alucinábamos, a 24 º C con cielo nublado ella corría a ponerse una chaqueta mientras los demás nos quitábamos la ropa, pero en realidad me sabe mal porque el único día que la podíamos llevar a la playa llovió a cantaros y tuvo que irse sin pisar su querido mediterráneo.